Los cactus son de esas plantas que parecen resistirlo todo. Son fuertes, no necesitan mucha agua y además de todo decoran cualquier rincón. Por eso mucha gente cree que no hay forma de que se mueran. Pero no es tan simple, que sean resistentes no significa que sean invencibles.
De hecho, uno de los errores más comunes es pensar que no pasa nada si los riegas de más. Ese pensamiento ha mandado al cielo de las plantas a miles de cactus. La pudrición, sobre todo en las raíces, es uno de los males más frecuentes en estas plantas y lo peor es que muchas veces no nos damos cuenta hasta que ya es muy tarde.
Pero no todo está perdido, si entendemos bien qué les hace daño y cómo cuidarlos sin caer en los errores típicos de principiante, podemos tener cactus sanos por muchos años. El truco está