¿Alguna vez has sentido que alguien ha tocado tu copa de fiesta? ¿Alguna vez te has despertado con lagunas de la noche anterior? En el segundo caso , la situación se puede deber al exceso de alcohol, pero también a la llamada sumisión química . Se conoce como sumisión química al hecho de drogar a otra persona con fines sexuales. La sumisión química se ha convertido en una de las formas más invisibles y devastadoras de violencia sexual en el ocio nocturno y festivales , donde el consumo de alcohol y la relajación aumentan la vulnerabilidad de las víctimas.
Aunque se han impulsado campañas para luchar contra ello, los delitos siguen en aumento en España, planteando graves retos para la justicia y la protección de las personas. En Fin de Semana , entrevistamos a Pascacio Hinojosa, gr