El presidente de Argentina, Javier Milei, ha elogiado la nueva película "Homo Argentum", protagonizada por Guillermo Francella, destacando su capacidad para evidenciar lo que él considera la "oscura e hipócrita agenda de los progres caviar (woke)". En un posteo en su cuenta de X, Milei afirmó que el film, que presenta 16 historias cortas con Francella en diversos papeles, actúa como un espejo que revela la verdadera naturaleza de aquellos que se sienten interpelados por su contenido.
Milei, en su crítica, utilizó un lenguaje provocador, describiendo a los críticos de la película como un "ejército de zombies" y "parásitos mentales". Aseguró que "cuanto mayor la cantidad de parásitos mentales dentro de la cabeza del progre, mucho mayor es el odio y los alaridos quejosos". El mandatario también subrayó que el éxito de la película, que no recibió financiamiento del Estado, incomoda a muchos en el sector audiovisual, a quienes describió como "fracasados totales y absolutos".
La película ha generado un intenso debate en redes sociales, donde algunos críticos la han calificado de sátira efectiva de la cultura nacional, mientras que otros la consideran caricaturesca y estigmatizante. Milei, al respecto, comentó que "les duele mucho la película porque les presenta un espejo en el cual sale a la luz todo lo que son".
El presidente organizó proyecciones de "Homo Argentum" para su Gabinete y para un grupo de diputados, buscando utilizar la película como una herramienta en lo que él denomina "la batalla cultural". Durante estas reuniones, además de discutir temas económicos, Milei propuso ver la película como una forma de reforzar su mensaje político.
"Homo Argentum" se compone de microrelatos que retratan diversos aspectos de la vida cotidiana argentina, desde un padre de familia hasta un vendedor de dólares en la calle Florida. La estructura episódica permite una variedad de personajes que reflejan contradicciones y cinismo en la sociedad. La película ha suscitado reacciones encontradas, y Milei concluyó su posteo instando a los críticos a "no enojarse con la realidad y los datos".