CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos años, la cúrcuma dejó de ser solo un condimento exótico para convertirse en objeto de estudio científico. Investigaciones recientes han confirmado que su compuesto activo, la curcumina, posee potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Según el médico Sebastián La Rosa, esta molécula es capaz de reducir diversos tipos de dolor al atacar directamente los procesos inflamatorios que lo generan.

De la cocina tradicional a la evidencia moderna

La Rosa explica que, a diferencia de los antiinflamatorios farmacológicos tradicionales, la curcumina actúa a través de múltiples mecanismos biológicos al mismo tiempo, disminuyendo la inflamación sin provocar los efectos adversos comunes de fármacos como el ibuprofeno. Además, diversos estudios sugieren que

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