Cipérez vivió el pasado viernes su día más negro de los últimos años. Después de haberse enfrentado al fuego el miércoles, la localidad se vio sometida por las llamas desde las tres de la tarde después de reavivarse, un incendio que alcanzó el nivel 2 y que creció rápidamente a las puertas de la localidad. La respuesta vecinal fue contundente, los vecinos salieron a la calle para colaborar y repartir agua entre voluntarios y bomberos.
Sin embargo, el viento fue el gran aliado de unas llamas que en dos horas alcanzaron Pedernal, una pedanía de Espadaña localizada a más de una decena de kilómetros. Y no se quedaron allí, ayudadas por los cambios meteorológicos que las llevaron hasta las inmediaciones del embalse de la Almendra, a una veintena de kilómetros de su lugar de origen.