“Hasta la gente pobre odia a los otros pobres, ése es el ADN de este país”, se escucha en la radio. No es el único indicio de que la sociedad estadounidense no la está pasando nada bien. La trama de La noche siempre llega , con Vanessa Kirby como protagonista, y que acaba de estrenar Netflix, tiene un trasfondo preocupante.
Basada en la novela de Willy Vlautin, estamos en Portland, donde parece que alquilar una vivienda es casi imposible, por más que se tenga un trabajo. Todo aumenta menos los salarios (¿les suena?), la cantidad de gente que vive en la calle porque se queda sin techo es cada día más. Y Lynette (Vanessa Kirby) está a punto de sumarse a las estadísticas.
Y no está sola: hoy por hoy vive con su hermano Kenny, con síndrome de Down (Zack Gottsagen), y su madre, Doreen (