Compiten en fútbol, artes marciales, atletismo y almacenamiento de productos en una tienda. Hay equipos de 16 países y 500 robots testeados, no tanto como deportistas, sino trabajadores de otros oficios.
Un atleta robot tuvo que abandonar la carrera de 1500 metros planos porque su cabeza salió rodando a mitad del recorrido. Otro se corrió del carril y se llevó puesto a un hombre de la organización, tumbándolo al piso. Un luchador hizo un virtuoso giro en 360° elevando la pierna para patear a su contrincante, pero embocó al aire y se cayó por su propia inercia. Otro humanoide pateó un penal y el arquero no tuvo tiempo a reaccionar: la pelota se detuvo antes de llegar a la línea por falta de fuerza. Así están las cosas en los primeros “juegos mundiales” de humanoides inaugurados el jueves