La carrera por la energía renovable vive un nuevo capítulo. En un momento en que los países buscan reducir su dependencia de combustibles fósiles, China ha revelado una turbina flotante que promete cambiar las reglas del juego. Su potencia, su tamaño y su capacidad de resistir condiciones extremas marcan un antes y un después en la historia de la eólica marina.
Esa producción bastaría para abastecer a más de 6.000 hogares, reduciendo la necesidad de instalar múltiples turbinas en un mismo parque eólico y recortando costes de implementación. La apuesta no es solo por la potencia, sino por la eficiencia: menos dispositivos, mayor impacto.
El ensayo definitivo tendrá lugar frente a la costa de Yangjiang, en el sur de China, donde será puesta a prueba en escenarios oceánicos reales. Si super