La seguridad en nuestras calles no es una casualidad; es el resultado de un compromiso colectivo

Haz de la vía pública un lugar de respeto – Cada vez que sales a la calle, tienes el poder de cambiar el mundo. No con grandes gestos, sino con acciones sencillas y vitales. Imagina un cruce donde cada coche se detiene para que un niño y su madre pasen seguros. Piensa en el alivio de un peatón al saber que una luz roja significa una pausa garantizada, una señal que dice: “Aquí te protejo.”

El respeto al peatón y la obediencia a un semáforo no son solo reglas; son una forma de decir a los demás: “Tu vida me importa.”

Un semáforo es más que una luz. Es la promesa de una comunidad que cuida de sus miembros.

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Un peatón es

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