El tatami de este gimnasio reúne cada día a deportistas de todo tipo, desde quienes llegan por primera vez hasta profesionales experimentados, todos movidos por la idea de que el Jiujitsu deja huella tanto dentro como fuera del gimnasio. Aquí, el arte marcial no solo sirve para saber protegerse. La parte deportiva también es clave: los entrenamientos exigen esfuerzo físico, reflejos y táctica, y cada alumno encuentra oportunidades para medirse, aprender y superarse junto al grupo en un ambiente de sana competencia.
Alfredo Camacho, maestro y cinturón negro primer grado, lo explica con la claridad que dan los años de experiencia: “Lo que diferencia al Jiujitsu de otras disciplinas en la defensa personal es que, entre comillas, puedes elegir el daño que haces… Nos permite reducir al agresor