Durante esta época del año, la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander , se tiñe de amarillo llamando la atención de propios y visitantes.
Desde la segunda semana de agosto, los emblemáticos árboles conocidos como cañaguates, deciden cambiar de color y abrir sus pétalos para ‘desnudarse’ ante los rayos del sol sobre el suelo cucuteño.
Los árboles, que miden más de cinco metros de alto y que tienen un tronco de a próximamente 60 centímetros, reposan en diferentes partes de la ‘Perla del Norte’.
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Por estos días, las calles de Cúcuta están pintadas de amarillo y este fenómeno se debe a una señal de protección durante el verano, por lo que las hojas de es