Después de las guerras llega la reconstrucción, y a veces algo más, algo positivo, algo por encima de los intereses puramente lucrativos, como por ejemplo iniciativas altruistas y bienintencionadas destinadas a ayudar a los damnificados y a prevenir futuras matanzas.

La Cruz Roja surgió de la guerra de Crimea; tras la I Guerra Mundial se creó en 1919 La Liga de Naciones, que, finalizada la II Guerra Mundial, daría paso a la ONU y la OMS, que en los últimos tiempos andan de capa caída, pero también a las primeras ONG. En fin, ante semejante ensalada de acrónimos, cualquiera se pierde por el camino.

Margaret Thatcher soltó en 1987 una de sus más célebres declaraciones: “La sociedad no existe”. Lo que sí existe, decía, son hombres y mujeres y familias, y se quedó tan ancha. Esta percepción

See Full Page