Esta sensación de desamparo, esta certeza de soledad. Este quedarnos callados mientras se queman los campos y ellos escurren responsabilidades como quien llora ante un juez su inocencia y la justifica toda en su incapacidad. Resulta que de incapaces están llenos los ejecutivos. Este escurrir las competencias de todo lo quemado... Lo mío empezaba dos lindes más allá. Da igual Gobierno central que autonomías, da igual quién gobierne en Moncloa y quién en el Colegio de la Asunción o en San Telmo, lo mismo me da un partido que su opuesto.

Lo curioso es que cuando a España le aprietan las costuras los desastres, cuando la tragedia viene grande como en Valencia o ahora, que tenemos Castilla y León, Andalucía y Galicia en llamas, el Gobierno se vuelve invisible. No por el signo político de las c

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