Aunque solemos asociar la circulación sanguínea únicamente al corazón, existe otro “motor” que impulsa la sangre en nuestro cuerpo: los músculos de la pantorrilla, conocidos como gemelos. En muchas culturas, reciben el nombre de “segundo corazón” por su papel esencial en el retorno venoso.

Los gemelos —formados por los músculos gastrocnemios, el sóleo y el plantar— trabajan como una bomba auxiliar que ayuda a la sangre a subir desde los pies hasta el corazón, venciendo la gravedad. Al caminar o mover las piernas, estos músculos se contraen y comprimen las venas, empujando la sangre hacia arriba. Las válvulas unidireccionales dentro de las venas evitan que el flujo retroceda, garantizando un retorno constante al corazón y los pulmones.

“El segundo corazón solo empieza a bombear cuan

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