Las costumbres cambian según el lugar. Lo que en Argentina es un gesto amable, en otro país puede ser una falta de respeto. Por eso, entender la etiqueta local es clave para no generar incomodidad ni herir sensibilidades.
Viajar con una mirada abierta no implica relativismo total. Implica prudencia y respeto por tradiciones ajenas , incluso cuando resultan extrañas. Ese enfoque conservador —valorar usos y costumbres de cada sociedad— previene malentendidos y mejora el vínculo con los anfitriones.
Además del idioma y la moneda, los “ códigos sociales ” son determinantes: saludo, contacto físico, propinas, vestimenta, modales en templos o transporte. Muchas veces, los errores culturales al viajar no se reparan con una simple sonrisa.
El saludo 'Namasté' es muy utilizado en e