por Mauro Peverelli
Ante las complicaciones, ante los problemas, empezó a surgir el factor moral, dice Linari, que es una forma de la cobardía, no nos engañemos. ¿Era yo un ladrón, lo soy? En realidad el interrogante debió haber sido: ¿Si todo hubiera salido bien?, ¿si la plata hubiera estado en la caja, y nos hubiésemos llevado todo, yo me habría hecho esa pregunta? No quiero aburrirlo, termina diciendo. Levanta la mano y saluda a alguien. La camarera deja los pocillos de café, los vasos con agua. Linari agradece. Mira por el vidrio, hacia la vereda. Estamos en un bar, en Pilar. Es una avenida ancha, de dos manos, y con un bulevar en el medio. Se escucha, cada tanto. La bocina del tren, a lo lejos. La estación está a unas cuadras.
La cosa es que con Julián empezamos a preguntarnos qué h