Ciudad de México.- Lo que en seguida voy a relatar sucedió hace mucho tiempo, cuando aún no había todos estos artilugios de comunicación -iPhone, iPad, iMac, iLamadre- que acercan a los que están lejos pero alejan a los que están cerca. Un cierto joven ingresó a un club nudista, y en broma se hizo tomar una foto de cuerpo entero, desnudo. Por esos días su abuelita le escribió pidiéndole que le enviara un retrato suyo. A falta de uno cortó en dos la dicha fotografía y le envió la mitad a la señora. Consternado se dio cuenta de que por equivocación le había enviado la mitad inferior. Poco después recibió una carta de la anciana abuela: "Cambia de peinado, hijito. El que usas ahora hace que la nariz se te vea ridículamente pequeña". En la reunión de parejas don Chinguetas bailó en la sala p
Calor bochornoso

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