El 14 de agosto, el Centro Cultural Recoleta abrió al público tres exposiciones que cruzan arte, ciencia y filosofía. Las muestras se exhiben en las salas 5, 6 y 13: “La gravedad del brillo” de Soledad Dahbar, “Un final programado” de Celeste Martínez Abburrá y Marcela González, y “Mi alma gemela” , la primera muestra individual de Milagros Schmoll.
En la sala 5, la artista salteña Soledad Dahbar presenta “La gravedad del brillo” , una investigación de más de quince años sobre la minería y su impacto social y político. Sus piezas, construidas con metales, bronce, litio, mármol y vidrios, parecen delicadas joyas, pero esconden datos duros sobre la explotación extractiva.
“Pienso que esos materiales que creemos inertes atraviesan nuestros modos de existencia: la tecnología, la