El abandono del campo en busca de una vida mejor y los veranos cada vez más ardientes se conjuran para que el corazón rural de España sea pasto de grandes incendios como los que ahora la arrasan.
Este mes de agosto, España está sufriendo una ola de incendios forestales concentrados precisamente en áreas que sufrieron un éxodo masivo de población en el noroeste del país, como Ourense (Galicia), León y Zamora (Castilla y León), donde s e quemaron más de 70.000 hectáreas en los últimos días y fallecieron tres personas.
Los científicos advierten que el cambio climático provocado por los humanos hace que los fenómenos meteorológicos extremos --como las sequías, las olas de calor y los incendios-- sean más frecuentes, más intensos y más largos.
Sin embargo, también hay fact