Las semillas de chía están consolidadas como un ingrediente habitual en dietas saludables por su alto contenido de fibra, ácidos grasos, omega-3 y capacidad para formar una textura gelatinosa al contacto con líquidos. Esta propiedad favorece la saciedad y regula el tránsito intestinal. Sin embargo, su consumo combinado con ciertos alimentos puede generar efectos adversos si no se acompaña de una adecuada hidratación.

Diversos estudios, entre ellos los revisados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Cleveland Clinic, advierten que la chía, al mezclarse con ingredientes igualmente ricos en fibra o con bebidas carbonatadas, puede provocar molestias digestivas como hinchazón, gases o estreñimiento. Estos síntomas se presentan con mayor frecuencia en personas que no est

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