Este domingo 17 de agosto Santa Marta debía recibir en sus calles a más de 3.000 corredores para la realización de su Media Maratón. Todo parecía listo: logística montada, publicidad activa y corredores ya instalados en la ciudad.
Sin embargo, a menos de 12 horas del arranque, la Alcaldía Distrital anunció la cancelación del evento. Lo que no se dijo de forma clara es que esta decisión no fue improvisada ni inesperada. El permiso ya estaba condicionado a una variable crítica: el clima.
Y llovió. Pero ese no fue el único problema.
El permiso era condicionado… y los organizadores lo sabían
La administración distrital, encabezada por el alcalde Carlos Pinedo, había sido clara: el permiso para realizar la carrera solo se otorgaría bajo una condición expresa y por escrito. Si llovía el día