El estrés es un mecanismo normal de respuesta adaptativa de nuestro organismo, incluso, es necesario para la supervivencia. Es así que el estrés positivo o euestrés permite la activación de nuestro organismo para responder a las exigencias y retos diarios, ello a través de la descarga catecolaminérgica (Cortes, E., 2003), lo que quiere decir que contamos con las adaptaciones fisiológicas necesarias para enfrentar estos desafíos. Pero cuando este mecanismo de respuesta se vuelve agudo, intenso, continuo, mantiene al organismo en estado de sobrecarga continua, provoca un desequilibrio de la homeostasis entre los sistemas simpático y parasimpático, convirtiéndose en diestres o estrés negativo.

Dentro de este proceso se han reconocido, según las evidencias científicas, hormonas asociadas como

See Full Page