En un mundo en el que las pantallas suelen ser vistas como un factor de aislamiento, cada vez se repite más una escena que rompe con ese prejuicio: padres e hijos compartiendo desafíos y conversaciones frente a una consola. Lejos de ser un obstáculo para el diálogo, los videojuegos se están transformando poco a poco en un puente inesperado entre generaciones . Y es que esta propuesta no se limita sólo a lo lúdico: los videojuegos se han convertido en un nuevo punto de encuentro donde se fortalecen vínculos, se aprenden valores y se crean recuerdos.

Antiguamente ese rol lo ocupaban los juegos de mesa, pero con el paso del tiempo y el avance tecnológico, los tradicionales TEG, Juego de la Vida o Ludo dieron paso a títulos como FIFA, eFootball, Mario Kart, Fall Guys, Fortnite y Mortal Kom

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