Este mes de agosto está siendo el más caluroso y devastador en cuanto a . Más de 150.000 hectáreas calcinadas , el oeste de España en llamas, olas de calor que se suceden y un nuevo tipo de incendios de sexta generación que no se pueden apagar, más virulentos y destructivos.
Cuando aún nuestros servicios de emergencias, bomberos, vecinos y muchos territorios siguen combatiendo las llamas y desconocemos lo que nos espera estos días, los políticos discutimos. Esa debe ser la primera regla que jamás debimos olvidar, en la catástrofe se colabora, se ayuda, no se estorba a los servicios de emergencia y no se pelea.
Cuando el incendio se extinga habrá tiempo y deberá hacerse el balance de responsabilidades de cada una de las instituciones y administraciones. Si los golpes de pecho son de ver