Sé que caigo en el tópico, pero fue escuchar al alcalde de Bilbao decir que no quería que su ciudad se convirtiera en un “pueblo del sur del Estado” y me lo imaginé intentando parar a unas cuadrillas de tiarrones con chapela para que dejaran de empujar el Guggenheim a la ría e impedir que lo trajeran costeando y atado de una soga con idea de subirlo por el Guadalquivir hasta dejarlo al solecito en un descampado antes de volver a por el resto de la villa. Porque si no, no entiendo la frase. ¿Quién no querría ser del sur?

Que a un nacionalista, vasco o catalán, le cueste más decir España que asumir que es español, es una soberana ridiculez enraizada en nuestra política. Como lo de llamar Estado Español a España que, por cierto, es una frasecita que se le ocurrió al franquismo. El dictador n

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