Si tu Árbol de la abundancia presenta ramas finas y frágiles, el primer paso para fortalecerlo es permitir que crezca sin podas durante al menos seis meses. Este período favorece la acumulación de reservas, lo que deriva en tallos más robustos y una estructura más estable. La poda, que debe realizarse cada cuatro a seis meses, debe ser estratégica: hay que eliminar las ramas débiles o mal ubicadas para redirigir energía hacia las zonas clave.
Otro secreto para mejorar la fortaleza de tu Árbol de la abundancia consiste en cultivarlo en una maceta poco profunda con sustrato bien drenante. De esta forma, concentrará sus recursos en engrosar el tronco, logrando un porte más firme. Cuidar el drenaje es vital, ya que el exceso de agua puede dañar las raíces y comprometer el desarrollo g