Hay familias que dan lecciones de vida, y hay familias que son un ejemplo para la humanidad. Luego hay otras que cumplen ambos requisitos. Esa es la que comparte a diario Verónica García , junto a su marido y su pequeña, y a los que se suma, cada verano, Hamad , un niño saharaui que se refugia en Castilla y León ante el contexto bélico que vive su país por las pretensiones constantes que tiene Marruecos de ocupar la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Hamad conoce a esta preciosa familia palentina desde que tiene 6 años. Vino a España con una enfermedad hereditaria que dificultaba su día a día. En concreto, bajó de aquel inolvidable autocar en brazos porque tenía el pie "totalmente girado y doblado" , algo que le impedía hacer una vida normal en su país y, por lo tan