La dana que asoló la provincia de Valencia el 29 de octubre del año pasado fue inmisericorde con personas, inmuebles, empresas e instalaciones públicas. La destrucción fue enorme sobre todo en las comarcas de l’Horta Sud, Utiel-Requena y la Ribera . Pero, igual que la hierba segada o los bosques quemados, al cabo del tiempo la naturaleza o la acción humana propician la resurrección . Poco a poco es lo que está sucediendo en las poblaciones afectadas por aquella histórica riada, aunque por el camino se hayan quedado muchos bienes, singularmente las personas. Así está ocurriendo con el tejido empresarial, que está renaciendo de aquella debacle. Con fuerza, aunque es cierto que desde el fondo se rebota con más empuje.
Los datos del Institut Valencià d’Estadistica (IVE) del segundo tri