China está recorriendo un camino que no tiene vuelta atrás. Las sanciones de EEUU y sus aliados impiden a las empresas y las instituciones públicas chinas que se dedican al desarrollo de modelos de inteligencia artificial (IA) acceder a las GPU más avanzadas que diseñan NVIDIA, AMD o Cerebras, entre otras compañías de alineación occidental. Y en estas circunstancias el Gobierno liderado por Xi Jinping solo tiene una opción: minimizar la dependencia de China de las tecnologías procedentes del extranjero.
A principios de octubre de 2024 la Administración hizo llegar a las empresas de IA chinas una recomendación en la que les pedía que en la medida de lo posible utilizasen chips producidos en China. Diez meses después, según SCMP , esta recomendación se ha transformado en una exige