Yahya Nemah
Jisr al Shughur (Siria), 18 ago (EFE).- Los sirios que viven en la orilla del Orontes atestiguan que este año es el de mayor sequía del que tienen memoria. Este río, de importancia histórica y que discurre desde el Líbano atravesando Siria hacia Turquía, se ha quedado seco, dejando enormes daños medioambientales, humanos y económicos.
Esta sequía amenaza directamente las fuentes de vida de miles de agricultores y pequeños negocios, además de socavar el sector de turismo interno, que dependía del río como un atractivo natural.
“Es la primera vez en mi vida que veo el Orontes (Al Asi en árabe, literalmente el río “desobediente”) así. Quizás hace mucho tiempo, no sé… Pero escucho a la gente decir que es la primera vez que ven esto”, dice a EFE Feras Masri, dueño de un restauran