En las afueras de Shanghai, en la ciudad de Wuxi, China está construyendo su futuro en materia de medicina: un floreciente centro biotecnológico con fábricas y laboratorios donde las compañías farmacéuticas globales pueden desarrollar y fabricar medicamentos más rápido y a menor precio que en cualquier otro lugar.

En medio de los aranceles de la administración Trump a China, imaginé que centros de fabricación como este estarían sumidos en la ansiedad. Pero cuando visité Wuxi en abril, los funcionarios del gobierno insistieron en que su centro de investigación estaba prosperando. Se enorgullecían de hablarme de sus laboratorios y empresas de renombre que siguen prosperando. El hecho de que las acciones de biotecnología chinas hayan subido más del 60 % desde enero parece reforzar esta afirm

See Full Page