Uruguay registró en el último año la caída de cuatro fondos ganaderos que esfumaron el dinero de miles y miles de ahorristas , que habían confiado en un negocio promocionado como el “más seguro del país”. Los inversores habían creído en el modelo que implicaba captar capital privado para comprar ganado y, a cambio, ofrecer una rentabilidad fija. Pero cuatro empresas del rubro cayeron como en efecto dominó y dejaron aprendizajes para el regulador.

El Banco Central del Uruguay (BCU) se desmarcó de tener algún tipo de responsabilidad por estos episodios que son investigados como estafa por la Justicia. Y, ahora, como un aprendizaje de la crisis, elaboró un proyecto de ley con la intención de darle una mayor protección a los inversores.

Los casos que llevaron a la regulación

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