El supuesto «olor a marihuana» procedente de uno de los baños del Senado de Filipinas condujo este lunes al presidente de la cámara alta del Congreso, Francis Escudero, a decretar pruebas obligatorias de drogas para todos los empleados. El escándalo ha provocado ya la dimisión de una trabajadora, que mantiene su inocencia, y decenas de test voluntarios.

«El Senado tiene la firme intención de llevar a cabo las pruebas aleatorias obligatorias de detección de drogas a todos los funcionarios y empleados», afirmó Escudero, según una carta publicada por la cadena ABS-CBN y dirigida al senador Vicente Sotto III, promotor de la idea.

La oficina encargada de la seguridad en la cámara alta del Congreso abrió la semana pasada una investigación oficial después de que sus trabajadores detectaran un s

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