El Zoológico de Cali confirmó la muerte de Indira, una tigresa de Bengala blanca que durante más de 21 años fue una de las principales atracciones del parque y símbolo de conservación en la ciudad. El fallecimiento se produjo tras un inesperado ataque de su propio hijo, Kanú, en lo que habría sido una disputa territorial.
El hecho ocurrió el pasado 16 de agosto dentro del recinto que ambos felinos compartían desde hace más de una década. Según explicó Dave Wehdeking, gerente del zoológico, Kanú agredió a Indira causándole heridas profundas en la zona dorsal. De inmediato, el equipo veterinario intervino y trasladó a la tigresa a la zona de manejo para estabilizarla. Pese a mostrar signos iniciales de recuperación, sufrió un paro cardiorrespiratorio minutos después que resultó irreversible