Un reciente estudio publicado en la revista mBio detalla el desarrollo de una estrategia para aumentar la producción de vitamina K2 mediante la modificación genética de Lactococcus lactis, una bacteria utilizada comúnmente en la fermentación de productos lácteos. El avance consiste en reorganizar los genes responsables de las enzimas que intervienen en la biosíntesis de vitamina K2, también conocida como menaquinona, lo que incrementa la cantidad de compuestos intermedios producidos en la vía metabólica.
Los investigadores se enfocaron en superar la limitación natural de L. lactis, que normalmente produce únicamente una cantidad reducida de un compuesto intermedio inestable indispensable para su propia supervivencia y crecimiento, lo que dificulta la producción comercial del nutriente. U