Con termómetros que superan los 65 °C, los bomberos y la UME (Unidad Militar de Emergencias) enfrentan una emergencia sin precedentes. Equipados con chalecos, armas contra incendios y máscaras antigás, avanzan metidos de lleno en el incendio, con visibilidad limitada por humo denso y luces de emergencia. Día y noche cumplen turnos de 13 a 14 horas diarias.
Los bomberos luchan contra las llamas y también contra el agotamiento de llevar tantos días al límite. Aseguran que están "cansados, son muchas horas... mucho viaje...". Paran lo justo para hidratarse y a seguir, las fuerzas pueden flaquear pero continúan a pesar de todo. "No hay medios ni hostias para poder apagarlo", lamenta uno de ellos.
Trabajan en condiciones extremas, a veces sin visibilidad, metidos de lleno en el incendio. Sin