Roblox no es precisamente la compañía de videojuegos más amada del mundo y eso puede deberse porque no es de las más honestas tampoco. Esta vez su accionar ha hecho que los ojos se posen sobre ellos por sus laxas medidas de seguridad y apatía en cuanto al tema de los depredadores de menores.

En el pasado, Roblox ha llamado la atención por temas reprochables como copiar descaradamente a otros juegos para aprovecharse de la popularidad que estos generan y tener sistemas predatorios de monetización. En este último caso, las polémicas no son pocas, ya que el juego ofrece un escenario en el que vende una experiencia de creación de videojuegos en el que los usuarios pueden sus propios juegos y lucrarse de ellos. Pero la realidad es que lo que se genera en el desarrollo de juegos en su plataform

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