PROGRESO.- Después de tres semanas de haber sido detectada frente a las costas de Progreso, y tras desplazarse a inicios de agosto hacia el poniente afectando los puertos de Chelem, Chuburná y Sisal , la presencia de la marea roja finalmente se disipó en el litoral progreseño.

Pescadores ribereños aseguran que el fenómeno ya no representa un riesgo y solicitan que se levante la veda sanitaria para poder reanudar, sin temor a sanciones, la captura de pulpo.

La veda sanitaria genera afectaciones

La medida fue establecida el martes 12 de agosto en una franja de 120 kilómetros, de Progreso a Celestún, con una restricción de 40 kilómetros mar adentro .

En ese espacio se prohibió la pesca en general, incluyendo el pulpo y las especies de escama, lo que impactó directamente a pescad

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