LOS curuleros, de un tiempo a la fecha, ya no resuelven ni lo más elemental y, peor aún, tampoco lo esencial; tanto que cobran por las quincenas y no son capaces de poner en orden la organización del estado…
HACE cuatro años, el pretexto para no resolver era la pandemia y hasta era posible que las acciones rebasarán los calendarios, pero en esta ocasión, los chupanóminas (no nada más los asesores las chupan), con su pereza institucional, sí se mancharon, porque ni siquiera han sido capaces de darle formalidad organizativa a la casi ya desaparecida Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública, alias la CEGAIP…
Y la transparencia que se vaya al carajo, que si no funciona no importa, que si le falta personal qué tiene, que si los ciudadanos se quedan sin datos al cabo qué