Luego de otro capítulo de volatilidad monetaria, el Gobierno logró captar casi todos los pesos que podían generarle una inyección de adrenalina a un dólar que se mantuvo hasta ahora en la zona de los $1.300 y que está por ingresar en la típica temporada preelectoral. Pese al buen augurio que le dio el abanico de medidas de emergencia que sacó a relucir el Banco Central y la licitación del Tesoro , el sector privado está escéptico de que la danza entre el tipo de cambio y las tasas se haya terminado . Al contrario: existe un temor generalizado por lo que pueda pasar después de las elecciones bonaerenses, aunque con un gran matiz, que es el poco poder de fuego que tienen algunos sectores por la crisis de rentabilidad que crece.
La Secretaría de Finanzas logró captar casi todo el rem