La fiesta del fútbol colombiano, con un emocionante partido entre el Junior de Barranquilla y el Atlético Bucaramanga, se vio empañada por lamentables hechos de violencia que terminaron con tres uniformados de la Policía Nacional heridos. Un subintendente y dos auxiliares de la policía, quienes trataban de controlar la situación, recibieron agresiones por parte de los barristas en la noche del pasado lunes en el estadio Metropolitano. El incidente, que obligó a detener el encuentro, representa un triste recordatorio de los desafíos de convivencia que enfrenta el deporte en el país.
Los Hechos de Violencia y sus Víctimas
Durante el enfrentamiento, los uniformados actuaron para restablecer el orden, pero los hinchas los agredieron. El subintendente Miguel Ángel Oyola Lizcano, de 34 años, s