Desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, se perdieron 98.800 empleos privados registrados en la Argentina. La cifra, que refleja el agravamiento de la crisis laboral, muestra que la expectativa oficial de que el sector privado absorbería a los despedidos del ámbito público nunca se cumplió.
El dato surge de un estudio del Instituto Argentina Grande, que subraya que la estrategia del Gobierno de apostar a la explotación de recursos naturales sin valor agregado no alcanza para compensar la pérdida de puestos en las provincias industriales.
La narrativa oficial de que las empresas iban a dar cobijo a los más de 50 mil despedidos estatales se desploma ante la evidencia: solo la provincia de Buenos Aires perdió 33.156 empleos privados desde diciembre, mientras que Neuquén, aún