Uno de los problemas más comunes que enfrentan los usuarios de dispositivos móviles en la actualidad es la falta de almacenamiento. No es un secreto que estos pequeños aparatos son fuentes principales de información: además de cumplir con su función de comunicación, también actúan como memorias que almacenan archivos, fotos, videos y muchos otros datos.
Este inconveniente se ve acentuado cuando el dispositivo empieza a fallar y las tareas ya no se ejecutan con la misma rapidez. Es común que, en estos casos, se presenten ralentizaciones, como páginas que no cargan, aplicaciones que tardan en abrirse o cierres inesperados.
Lo que pocos usuarios saben es que existe un factor que podría estar influyendo de manera significativa en este problema, y que a menudo es pasado por alto.
Según expl