San Ezequiel Moreno y Díaz fue un obispo que se destacó por su cercanía con la gente, su vida austera y su profunda espiritualidad. Fue beatificado por el Papa Pablo VI en 1975 y canonizado por el Papa Juan Pablo II el 11 de octubre de 1992.

Es considerado el patrono de los enfermos de cáncer, debido a que él mismo padeció esta enfermedad y la sobrellevó con gran resignación y fe. También es patrono de los misioneros agustinos recoletos y es muy invocado en Colombia y España por los creyentes.

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Durante el proceso de canonización se reconocieron curaciones milagrosas atribuidas a su intercesión, especialmente en enfermos de cáncer, lo que fortaleció su vínculo como patrono de quienes padecen esta enfermedad.

Entre los milagros más destacados se habla de curaciones

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