Agazapada bajo las piedras y las horas, esperaste, paciente, la llegada de esta tarde en la que nada es ya posible…
Ángel González
Es desmesurada la línea divisoria que separa y aleja el significado de dos términos análogos. Una zanja abismal, profunda, inmensa, infranqueable, tristemente necesaria. Porque si no existiera, este mundo no sería este mundo. Sería un lugar mejor. Y no lo es. De un extremo, sentir, del contrario, empatizar.
Siente una profunda somnolencia quien está muriendo de inanición, porque, llegados a un punto, hambre ya no siente. Y el cuerpo, esa "entidad" que quiere vivir a toda costa, se deja arrastrar hacia un sueño profundo; por mucho que la consciencia rechace la derrota y se niegue a cerrar los ojos, los párpados caerán pesados como un portón de plomo