Desde mediados del siglo XX, la humanidad produjo 9.200 millones de toneladas de plásticos . Unos 7.000 millones de toneladas han terminado convertidos en residuos.
Eso genera que pequeños fragmentos, llamados microplásticos y nanoplásticos , se infiltren cada vez más en los ecosistemas e incluso en el cuerpo humano . Ahora se los conoce más por la sigla en inglés NMPs .
Estos fragmentos son partículas tan diminutas que no se ven a simple vista, pero viajan por el aire, entran en los alimentos y llegan a la mesa, especialmente a través del agua potable.
Un grupo de científicos de la Universidad Médica de Guangzhou y la Universidad de Jinan, en China , desarrolló una solución simple y accesible y publicaron los resultados en la revista Environmental Science & Tec