Cada año, miles de personas sufren fracturas complejas que implican un gran daño óseo y pérdida de tejidos blandos, muchas veces como consecuencia de accidentes viales o lesiones en contextos de guerra. Frente a estos escenarios, los tratamientos médicos habituales no siempre garantizan una recuperación eficiente.

Por eso, un grupo de científicos de la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania descubrió una alternativa que podría transformar la forma de curar este tipo de lesiones: ciertas células madre del músculo esquelético tienen la capacidad de convertirse en hueso y así ayudar a reconstruir la estructura dañada.

La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences , analizó el comportamiento de un tipo de célula denominada Prg4

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