Maité Mendoza Jiménez era una niña inquieta. Sus bromas, travesuras y sonrisa hacían eco de la arrolladora personalidad de la pequeña, de 6 años, quien murió el pasado domingo en una finca de la vereda El Oro, en Aguadas.

Este lunes, en la Institución Educativa San Antonio, en el corregimiento de Arma, estudiantes, docentes, directivos y representantes de la Alcaldía se reunieron para rendirle homenaje, en medio de globos blancos.

Después de un minuto de silencio llegaron las palabras de miembros del colegio, que hablaron de aquella esa sonrisa. Pidieron mantenerla en cada corazón y a seguir vivo ese recuerdo de amistad.

Entre quienes intervinieron estuvo María Nelsy Candamil, su profesora. Con voz entrecortada aprovechó para pedirle a cada estudiante la importancia de respetar a

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