El panorama es desolador… Decenas de pueblos evacuados, miles de personas sacadas de sus casas, multitud de gente que arriesga su propia vida luchando contra el fuego –incluidos tres fallecidos y varios heridos–, paisanos nuestros que ha perdido su casa y sus bienes, miles y miles de hectáreas de nuestros montes calcinadas… Una veintena de incendios se notan, en mayor o menor medida, en toda la provincia: humo, pavesas, olor a quemado… Las llamas están devorando nuestra tierra, nuestra vida… Ya hemos hablado aquí mismo de incendios en otras ocasiones y, de hecho, es –por desgracia– tema recurrente cada verano; pero lo que estamos viviendo este año no tiene parangón… Y todavía no somos conscientes de las dimensiones de la catástrofe. Y en medio de esta tragedia, no faltan los políticos –de
En llamas

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