Ya no hay vuelta atrás. La Suprema Corte de Justicia de la Nación actual, cuyo modelo de funcionamiento inició el 1 de febrero de 1995, hoy tuvo su última sesión del Pleno. Le correspondió a su ministra presidenta, Norma Piña , cerrar los trabajos y antes de hacerlo, emocionada, algo temblorosa y a ratos trastabillante, ofreció un mensaje para hacer el cerrojo a una historia que comprende 30 años y medio.

Esta Suprema Corte, donde los ministros eran propuestos por el Poder Ejecutivo y elegidos por el Senado , se extinguirá el 31 de agosto para dar paso a otro –donde llegarán electos por voto popular- a partir del 1 de septiembre, será recordada por sus sentencias y sus debates, pronosticó Piña.

Piedra angular de la justicia constitucional

En palabras de la ministra, la Suprema

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